"Y será la victoria de la reina sobre esa adherencia maligna, esa usurpación indebida y sorda. Se doblegará si realmente soy yo, se sumará a mi zona iluminada, más bella y cierta; con sólo ir a su lado y apoyarle una mano en el hombro."
Nunca había llorado con un cuento tan corto, y menos si ya lo había leído hace varios años y no había significado nada en particular. No es casual que haya sido en un viaje ese reencuentro (¿o ese descubrimiento?). Mi Budapest es Bremen, y recién hoy lo entiendo.
Nunca había llorado con un cuento tan corto, y menos si ya lo había leído hace varios años y no había significado nada en particular. No es casual que haya sido en un viaje ese reencuentro (¿o ese descubrimiento?). Mi Budapest es Bremen, y recién hoy lo entiendo.
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