'Vos sos conciente de que esas marcas no se te van a ir nunca, no? O sea en toda tu vida'
Mimi me dijo esta frase anoche y en consecuencia hoy, mientras me limpiaba las heridas, me senté un ratito a pensar que quizás efectivamente quede marcada de por vida y en unos años me arrepienta e insulte bastante a mi yo actual por las cosas que hace, pero en seguida llegué a la conclusión que no. Que la razón por la cual no me molesta seguir sumando marcas a mi cuerpo es porque son simplemente eso: marquitas. Hoy cuando alguien me pregunta 'qué es esa rayita que tenés arriba del labio?' yo le puedo contar cómo y cuándo me la hice, y así con todas. Son mis anécdotas, y de todas aprendí algo distinto. De la marca de la pierna derecha aprendí que de una moto se baja del lado izquierdo, y de la cicatriz de mi mano derecha aprendí que no nací para manejar motos. De las nuevas marcas de las rodillas aprendí que no se sale a andar en longboard en calles mal pavimentadas. Lo mismo pasa con los tatuajes, cada uno cuenta una historia, un momento particular en mi vida. Entiendo que mucha gente considere su cuerpo un templo sagrado que hay que mantener lejos de todo riesgo pero yo no, necesito probar cosas nuevas, equivocarme, intentar de nuevo, volverme a equivocar y finalmente aprender. Si eso implica que voy a tener alguna que otra manchita en el cuerpo, bienvenidas sean.
TE BANCO TANTO LA CONCHA DE TODO. =D
ResponderEliminarAlgunos escriben en su diario. Otros documentan todo en fotos. Otros hasta en FB. Yo te banco con las marquitas que son historia de vida.
ResponderEliminarLas marcas de la vida, elegidas o no, son las mejores.
ResponderEliminarA seguir juntando muchas más.
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ResponderEliminaryo aprendí que aunque estés en la ruta en bajada un auto va mas rápido que una vici