Estamos condenados a una vida en busca
de significado. No creemos en la conformidad, nada es suficiente si
no es excelente, y lo buscamos constantemente. Frenamos, miramos,
cuestionamos, transformamos. Envidiamos a los que no inspeccionan
porque vivimos preguntando. Y queremos ser inteligentes, cultos,
estar actualizados, ser buenas personas, ser admirados, trascender,
trascender, trascender, trascender...
Y un minuto frenamos.
Miramos.
Cuestionamos.
Transformamos.
Vemos la eterna condena y gloriosa
virtud de una vida con significado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario