-¿Cómo se dice “te extraño” sin romper un contrato? Quiero encontrar la manera de transmitir la falta que me hacés
casi todas las noches, muchas mañanas y algunas tardes, aunque sean las menos.
Me muero por hacerte llegar señales de humo que invoquen la noción de que por
varios segundos al día estoy total y completamente arrepentida de todas mis certezas, aunque sepa que no es lo mejor, aunque entienda que no hay otra alternativa,
aunque después vuelva a entrar en razón, aunque todo y a pesar de todo.
Necesito desmembrarme y analizar mis partes una a una, fragmento por fragmento,
para ver si al recomponerme encuentro la frase justa para describirte
exactamente cómo me siento sin que me condenes por hacerlo, sin condenarme yo
misma, y sobre todo sin que el peso de las palabras de hoy entorpezcan la
decisión de ayer o arruinen la posibilidad de mañana. ¿Cómo te lo digo? ¿Cuál
es esa oración?
-Me parece que la palabra justa que estás buscando es
“extraño”, así, sin el te.
-Puede ser. Extraño.
-Yo también.
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