(Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia)
-cómo va
DIOS ME HABLÓ DIOS GRACIAS TE JURO QUE EMPIEZO A CREER EN VOS TE PROMETO QUE DE AHORA EN MÁS NO TE PONGO MÁS EN DUDA VOY A IR A MISA LOS DOMINGOS VOY A PRESTAR ATENCIÓN VOY A-todo bien, vos?
-bien bien. qué hacías?
MIRABA TU VENTANA DEL ORTO Y TU CIRCULITO VERDE INFELIZ Y CUANDO VI EL 'ESCRIBIENDO UN MENSAJE' CASI ME AGARRA UN ACV-nada acá boludeando, vos en qué andabas?
-arreglando con los chicos a ver qué hacemos. salís?
(se mira el pijama recientemente manchado con puré de calabaza) -todavía no sé, estamos viendo con las chicas.
-me parece muy bien. che querés que arreglemos para vernos un
No abre el mensaje, lo mira desde la bandeja de entrada. Arrancan las dudas, cuánto esperar? Si lo abre de una y responde en seguida, queda muy desesperada. A nadie le gustan las desesperadas. Hoy en día a los veintitantos todos deberíamos tener algo para hacer un sábado a la noche, estar sola con un pijama de conejos manchado de calabaza es, cuanto menos, cuestionable. Hay dos cosas que no son una alternativa viable: decirle que no y clavarle visto. Hacerse la difícil está bueno y todo pero hay cosas y cosas. O sea le va a decir que sí, pero si le dice que sí, si acepta sacarse ese pijama y empezar el tedioso trabajo de producirse cuando su mente ya había vislumbrado una noche a puro Netflix, está perdiendo una batalla personal. Está fallándole a cientos y cientos de feministas que dieron sus vidas por el respeto de género, la igualdad ante la ley, el voto femenino, está entregándole a un tipo su dignidad en una cajita feliz de Mc Donalds manchada con aceite de papas que algún nene con las manos engrasadas comió por el día del niño. Y si tarda mucho en abrir el mensaje él quizás ya se fue, o cambió de opinión, o piensa que se está haciendo rogar de más. Tic tac tic tac tic tac. A su vieja seguro no le pasaba esto, era un llamado y listo, hasta quizás atendía otra persona. Romina, teléfono. Quién es? Martín. Se te frenaba el corazón un poco, pegabas tes saltitos y atendías, todo bien. Qué tanta vuelta, tanto visto, tanta cosa, no? La vida era más fácil. Ya fue, sólo se es joven una vez, eso es una realidad, no vamos a andar dudando tanto todo. Lo va a abrir, le va a decir que sí, se va a poner divina y va a salir. Netflix quedará para los 40. Lo abre.
-me parece muy bien. che querés que arreglemos para vernos un día de estos? hace mil que no hablamos. me puse de novio, cambié de laburo, un millón de cosas para contar
-ah de todo jaja, felicitaciones! en la semana estoy a mil pero el sábado quizás podríamos hacer algo
-dale perfecto! te dejo que estamos por salir. hablamos y arreglamos!
-dale, que te diviertas!
-cómo va
DIOS ME HABLÓ DIOS GRACIAS TE JURO QUE EMPIEZO A CREER EN VOS TE PROMETO QUE DE AHORA EN MÁS NO TE PONGO MÁS EN DUDA VOY A IR A MISA LOS DOMINGOS VOY A PRESTAR ATENCIÓN VOY A-todo bien, vos?
-bien bien. qué hacías?
MIRABA TU VENTANA DEL ORTO Y TU CIRCULITO VERDE INFELIZ Y CUANDO VI EL 'ESCRIBIENDO UN MENSAJE' CASI ME AGARRA UN ACV-nada acá boludeando, vos en qué andabas?
-arreglando con los chicos a ver qué hacemos. salís?
(se mira el pijama recientemente manchado con puré de calabaza) -todavía no sé, estamos viendo con las chicas.
-me parece muy bien. che querés que arreglemos para vernos un
No abre el mensaje, lo mira desde la bandeja de entrada. Arrancan las dudas, cuánto esperar? Si lo abre de una y responde en seguida, queda muy desesperada. A nadie le gustan las desesperadas. Hoy en día a los veintitantos todos deberíamos tener algo para hacer un sábado a la noche, estar sola con un pijama de conejos manchado de calabaza es, cuanto menos, cuestionable. Hay dos cosas que no son una alternativa viable: decirle que no y clavarle visto. Hacerse la difícil está bueno y todo pero hay cosas y cosas. O sea le va a decir que sí, pero si le dice que sí, si acepta sacarse ese pijama y empezar el tedioso trabajo de producirse cuando su mente ya había vislumbrado una noche a puro Netflix, está perdiendo una batalla personal. Está fallándole a cientos y cientos de feministas que dieron sus vidas por el respeto de género, la igualdad ante la ley, el voto femenino, está entregándole a un tipo su dignidad en una cajita feliz de Mc Donalds manchada con aceite de papas que algún nene con las manos engrasadas comió por el día del niño. Y si tarda mucho en abrir el mensaje él quizás ya se fue, o cambió de opinión, o piensa que se está haciendo rogar de más. Tic tac tic tac tic tac. A su vieja seguro no le pasaba esto, era un llamado y listo, hasta quizás atendía otra persona. Romina, teléfono. Quién es? Martín. Se te frenaba el corazón un poco, pegabas tes saltitos y atendías, todo bien. Qué tanta vuelta, tanto visto, tanta cosa, no? La vida era más fácil. Ya fue, sólo se es joven una vez, eso es una realidad, no vamos a andar dudando tanto todo. Lo va a abrir, le va a decir que sí, se va a poner divina y va a salir. Netflix quedará para los 40. Lo abre.
-me parece muy bien. che querés que arreglemos para vernos un día de estos? hace mil que no hablamos. me puse de novio, cambié de laburo, un millón de cosas para contar
-ah de todo jaja, felicitaciones! en la semana estoy a mil pero el sábado quizás podríamos hacer algo
-dale perfecto! te dejo que estamos por salir. hablamos y arreglamos!
-dale, que te diviertas!
Y sí, inevitable no pensar todo eso en los tiempos de hoy me parece. No creo que antes uno estuviera librado de angustia, pero si tal vez menos consciente de ella todo el tiempo, al haber muchos menos estímulos (llámese pelotita verde, que te canta cuando la otra persona podría estar pensando en uno, y por lo mismo, deja claro que no lo esta haciendo).
ResponderEliminarConsiderando eso, hay que tratar de bajar un poco la histeria.
Simpática historia. Beso Lali!